“Un hombre sin ética es una bestia salvaje
soltada a este mundo.”
Albert Camus
Posiblemente te has enfrentado a
escenas como las siguientes: niños que en lugar de jugar conviven con una
pantalla, niños que a través de un berrinche obtienen grandes recompensas o
jóvenes que en una comida familiar interactúan únicamente con su celular,
padres de familia que no se comunican con sus hijos porque siempre hay falta
tiempo o porque sencillamente han olvidado cómo hacerlo o la clásica escena
escolar en la que un docente intenta dar una clase ante la indiferencia de sus
estudiantes que parecen prestar más atención a lo que sucede en el mundo
virtual que les posibilita el celular. Escenas como éstas son tan frecuentes en
la actualidad que nos llevan a cuestionarnos ¿qué les están enseñando a las futuras generaciones?
Pareciera que las nuevas generaciones
de padres están tan ocupadas y distraídas que se han olvidado que tienen en sus
manos la responsabilidad de educar a las personas del futuro. Personas de las
que en determinado momento dependerá nuestra economía, el desarrollo social y
claro, viéndonos muy desalentadores, son los que nos tendrán en sus manos en
unos 20 años. Pero, si nos detenemos un momento y reflexionamos sobre esto.
Será que ¿les están inculcando
valores? ¿moral? ¿ética? ¿Sabrán acaso de la compasión, la empatía, la justicia
o la responsabilidad? ¿A quién le están delegando esa tarea? ¿a la escuela? ¿a
la sociedad? ¿los videojuegos? ¿a la Internet? ¿saben qué les interesa? ¿se ha
detenido a preguntarles qué sienten o qué quieren sus hijos? Porque creo que
han caído en una situación de comodidad en la que responsabilizan a sus hijos
de su comportamiento; sin mirar que los jóvenes (y claro los niños) son como
una esponja con una capacidad de absorción infinita, pero ¿y si eso aprendieron
de ustedes? ¿cuál es su responsabilidad en todo esto? Sin duda, debemos
agradecer y felicitar a los padres y madres de familia por tan nobles esfuerzos
en la educación de sus hijos, por la dedicación que han puesto en ello.
Sólo para cerrar esta reflexión e
invitarlos a que respondan la pregunta que concierne la presente, les comparto
el siguiente vídeo. ¡Véalo con detalle! El poder de la educación familiar.
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